Responder con la riqueza de la historia cristiana a los
desafíos de una cultura que relega a Dios a la vida privada y lo excluye de la vida política.
Es la invitación que dirigió el Papa Francisco a los prelados de la Conferencia episcopal española, a quienes recibió en audiencia el lunes 3 de marzo, por la mañana, con ocasión de su visita «ad limina Apostolorum».
«El momento actual, en el que las mediaciones de la fe son cada vez más escasas y no faltan dificultades para su transmisión, exige poner a vuestras Iglesias en un verdadero estado de misión permanente –dijo el Papa Francisco– para llamar a quienes se han alejado y fortalecer la fe, especialmente en los niños. Para ello no dejéis de prestar una atención particular al proceso de iniciación a la vida cristiana. La fe no es una mera herencia cultural, sino un regalo, un don que nace del encuentro personal con Jesús y de la aceptación libre y gozosa de la nueva vida que nos ofrece. Esto requiere anuncio incesante y animación constante, para que el creyente sea coherente con la condición de hijo de Dios que ha recibido en el bautismo».