VATICANO, 21 Mar. 14 / 03:14 pm (ACI).- El Papa Francisco expresó su especial solidaridad y cercanía para con las víctimas de las mafias, particularmente para con quienes han perdido a algún familiar a manos de estos grupos; y pidió a las mujeres y hombre mafiosos que se conviertan “para no terminar en el infierno”.
En la reflexión que hizo el Santo Padre en una vigilia con unos 700 familiares de víctimas de la mafia en la Parroquia de San Gregorio VII, el Santo Padre señaló que “el deseo que tengo es el de compartir con ustedes una esperanza, y es ésta: que lentamente el sentido de responsabilidad venza sobre la corrupción, en todas partes del mundo”.
“Y esto debe partir desde dentro, de las consciencias, y de allí resanar, resanar los comportamientos, las relaciones, las elecciones, el tejido social, de tal forma que la justicia gane espacio, crezca, se radique, y tome el lugar de la iniquidad”.
Tras agradecer el testimonio de estas personas, el Papa dijo: “quisiera rezar con ustedes – y lo hago de corazón – por todas las víctimas de las mafias. También hace pocos días, cerca de Taranto, se ha perpetrado un delito que no ha tenido piedad ni siquiera por un niño. Pero al mismo tiempo recemos juntos, todos, para pedir la fuerza de ir adelante, de no desalentarnos, sino de continuar a luchar contra la corrupción”.
El Papa Francisco indicó además que no podía terminar su reflexión “sin decir una palabra a los grandes ausentes, hoy, a los protagonistas ausentes: a los hombres y a las mujeres mafiosas. ¡Por favor, cambien de vida, conviértanse, dejen de hacer el mal! Y nosotros rezamos por ustedes: conviértanse. Lo pido de rodillas. Es por su bien”.
“Esta vida que ahora viven, no les dará placer, no les dará alegría, no les dará felicidad. El poder, el dinero que ahora poseen de tantos negocios sucios, de tantos crímenes mafiosos, es dinero ensangrentado, es poder ensangrentado, y no podrán llevarlo a la otra vida”.
Finalmente el Santo Padre los exhortó: “conviértanse: aún es tiempo para no terminar en el infierno. Es lo que les espera si continúan por este camino. Ustedes han tenido un papá y una mamá: piensen en ellos. Lloren un poco y conviértanse”.