Evangelio según San Juan 6,35-40.
“Ustedes me han
visto y sin embargo no creen”.
“Jesús dijo a la
gente: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el
que cree en mí jamás tendrá sed.
Pero ya les he
dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da
el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,
porque he bajado
del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
La voluntad del que
me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo
resucite en el último día.
Esta es la voluntad
de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo
resucite en el último día".
Comentario del
Evangelio por Beata Teresa de Calcuta (1910-1997),
fundadora de las
Hermanas Misioneras de la Caridad La palabra para ser hablada, cap. 6
“Yo soy el pan de
vida. El que venga a mí, nunca tendrá hambre”
“ ¿Dónde encontráis la alegría de amar? En
la eucaristía, la santa comunión. Jesús mismo se hizo "pan de vida"
para darnos vida. Noche y día está allí. Si vosotros realmente queréis crecer
en el amor, volved a la eucaristía, a esta adoración. En nuestra congregación,
teníamos la costumbre de tener la adoración una vez a la semana durante una
hora; después, en 1973, decidimos tener la adoración cada día durante una hora.
Tenemos mucho trabajo; por todas partes nuestras casas para enfermos y
moribundos indigentes están llenas. Pero a partir del momento en que comenzamos
la adoración cada día, nuestro amor por Jesús se volvió más íntimo, nuestro
amor por cada uno más benévolo, nuestro amor por los pobres más compasivo.
Mirad el tabernáculo y ved lo que significa
ahora este amor. ¿Soy consciente de eso? ¿Mi corazón es lo bastante puro para
que vea allí a Jesús? Con el fin de que para vosotros y para mí sea más fácil
ver a Jesús, él mismo se hizo "pan de vida"; con el fin de que
pudiéramos recibir la vida, una vida de paz, una vida de alegría. Encontrad a
Jesús y encontraréis la paz”.