Pío VII, reconstituyó la Compañía, con la bula firmada el 7 de agosto de 1814 en la Basílica de Santa María la Mayor.
En Tiempos de tribulaciones y turbación sí Levanta Siempre Una polvareda de dudas y de sufrimientos, y no es Fácil Seguir Adelante, PROSEGUIR EL Camino. Sobre Todo En Los Tiempos Difíciles Y de crisis tentaciones Tantas llegan: detenerse a discutir las Ideas, un dejarse Llevar Por La desolación, concentrarse En El Perseguidos Hecho de Ser y No Más nada ver.
Leyendo Las cartas del p. Ricci me IMPACTO Una Cosa: su palabra capacidad, párr no dejarse sujetar Por ESTAS tentaciones y de proponer a los Jesuitas, en el Tiempo de la tribulación, Una visión de las Cosas Que los arraigaba AÚN Más a la espiritualidad de la Compañía.
El p. General de Ricci, Que escribia una de los Jesuitas de ENTONCES, viendo las nubes Que se espesaban en el horizonte, los fortalecía en Do pertenencia al Cuerpo de la Compañía ya do Misión. Él aqui: En Un Tiempo de confusión y turbación Hizo discernimiento. No se perdio EL TIEMPO Ideas discutir párrafo quejarse y, Sino Que se Hizo la carga de la Vocación de la Compañía.
Y ESTA Actitud ha Llevado a los jesuitas una Experimentar la Muerte y Resurrección del Señor. Antes de La Perdida de Todo, inclusó de do Identidad Pública, sin Resistencia opusieron a la Voluntad de Dios, sin Resistencia opusieron al Conflicto, tratando de salvarse a Sí Mismos. La Compañía -y Esto Es hermoso- Vivio el Conflicto Hasta el Final, reducirlo pecado: Vivio la Humillación estafa Cristo humillado, obedeció. Nunca se salva uno del del Conflicto Con La astucia y estafa estratagemas párrafo Resistir. En la confusión y ante la Humillación, la Compañía prefirió Vivir el discernimiento de la Voluntad de Dios, el pecado Buscar Una Salida al Conflicto de Modo aparentemente tranquilo.
No es Jamás la Aparente tranquilidad La Que satisface Nuestros corazones, sino-la Verdadera Paz Que Es Un don de Dios. Nunca sí Dębe Buscar la "Negociación de compromiso" Fácil, ni en sí Deben Practicar FACILES "irenismos". SOLO el discernimiento nos salva del Verdadero desarraigo, de la Verdadera "supresión" del Corazón, Que Es El egoísmo, la mundanidad, La Perdida de Nuestro horizonte, de Nuestra esperanza, Que es Jesús, Que es SÓLO Jesús. Y ASI el p. Ricci y la Compañía es del fase de supresión Privilegio La Historia, en Lugar De Una Posible gris "Historieta", sabiendo Que es el Amor el Que juzga La Historia Y Que La Esperanza - Aun en la oscuridad - es más grande Directivos Que Nuestras expectativas realizada.
El discernimiento Dębe hacerse estafa Intención recta, estafa ojo simple. Por Razón this, el p. Llega Ricci, precisamente En Esta OCASIÓN De Confusión Y Desconcierto, un Hablar De Los Pecados de los Jesuitas. No sí Defiende sintiéndose Una Víctima de la Historia, sino-Que se reconoce pecador. Mirarse una relación Si Mismos reconociéndose pecadores evita Ponerse en Condiciones de considerarse Víctimas ante verdugo un. Reconocerse pecadores Como; reconocerse pecadores REALMENTE SIGNIFICA Ponerse en la Actitud justa párrafo consuelo recibir.
Podemos volver a Recorrer brevemente Este camino de discernimiento y de Servicio Que el padre general señaló a la Compañía. De Cuando en 1759 los Decretos de Pombal destruyeron Las Provincias Portuguesas de la Compañía, el P. Ricci Vivio el pecado Conflicto lamentarse y pecado dejarse Llevar a la desolación, sino-invitando a la Oración párr pedir el Espíritu bueno, El Verdadero Espíritu sobrenatural de la Vocación , la perfecta docilidad a la gracia de Dios. De Cuando en 1761 la tormenta avanzaba en Francia, el padre general Pidio PONER Toda La Confianza en Dios. Queria Que se aprovecharan Las Pruebas sufridas interior Purificación párr Una alcaldesa: ESTAS nos Conducen a Dios Servir y pueden gloria párrafo do alcalde; una continuacion, Recomienda La Oración, la santidad de la vida, la humildad y el Espíritu de obediencia. En 1760, despues de la expulsión de los jesuitas españoles, Sigue Llamando a la Oración. Y, Ultimo POR, el 21 de febrero de 1773, apenas el seis Meses Antes de la firma del Breve Dominus ac Redemptor, ante la absoluta Falta de Ayuda Humana, ve la mano de la misericordia de Dios, Que Invita a Los Que somete a la prueba un no Confiar en Otro Que No SÓLO EL mar. La Dębe Confianza precisamente CRECER CUANDO Las Circunstancias cne derrumban. Lo Importante Para El padre Ricci es Que la Compañía mar fiel Hasta El último al Espíritu de Su Vocación, Que es la Mayor Gloria de Dios y la Salvación de las Almas.
La Compañía, inclusó ante do definitivo proprio, sí mantuvo fiel a la finalidad párr La Que FUE FUNDADA. Por Ello, concluye Ricci estafa Una exhortación a mantener vivo el Espíritu de caridad, de unión, de obediencia, de paciencia, de sencillez evangélica, de Verdadera amistad Con Dios. Todo lo demas es mundanidad. Que la llama de la alcaldesa Gloria de Dios nos atraviese Also hoy, Quemando Toda complacencia y envolviéndonos En Una llama Que LLEVAMOS Dentro, Que Nos concentración y nos EXPANDE, nos engrandece y nos Hace pequeños.
Asi la Compañía Vivio la prueba suprema del Sacrificio Que injustamente sí le pedia, Haciendo proprio el Ruego de Tobit, Que Con El Alma Llena de aflicción, suspira, llora y reza LUEGO: "tu eres justo, Señor, y: Todas tus Obras hijo justas .. Todos tus caminos hijo fidelidad y Verdad, y eres tú el Que juzgas al Mundo Ahora y, Señor, acuérdate de Mí y mírame; no me castigues Por mis PECADOS Y mis Errores, Ni Por Los Que Mis Padres cometieron Delante de ti. Ellos desoyeron tus mandamientos y tú nos entregaste al saqueo, al Cautiverio ya la muerte, exponiéndonos A Las burlas, a las habladurías y al escarnio de las Naciones, Donde nos tiene dispersado ". Y concluye Con El Ruego Más Importante: "No Apartes de Mí tu Rostro, Señor". (3,1-4.6d Tb).
Y el Señor respondió Enviando un Rafael párr quitar los Las Manchas blancas de los ojos de Tobit, Para Que volviera a ver la luz de Dios. Misericordioso Dios es, Dios corona de misericordia. Dios nos ama y nos salva. A Veces El Camino Que LLEVA a la vida es estrecho y angosto, Pero la tribulación, Si Se vive a la luz de la misericordia, nos lim Como el fuego, nos da del tanto consolación e Inflama our Corazón aficionándolo a la Oración. Nuestros hermanos jesuitas en la supresión fuerón fervientes en el Espíritu y en el Servicio del Señor, gozosos en la esperanza, Constantes en la tribulación, perseverantes en la Oración (cf. Rom 12:13). Y el honor Ello dio a la Compañía, no ciertamente los encomios de Sus meritos. Asi Sera Siempre.
Recordemos Nuestra Historia: a la Compañía "se le dio la gracia no Solo De Creer en El Señor, sino-Por Sufrir Also EL" (Filipenses 1,29). Nos Hace busque Recordar ESTO.
La nave de la Compañía FUE zarandeada Por Las Olas Y Ello no sorprender Dębe. Also la barca de Pedro lo Ser envíale Hoy. La noche y El Poder de las Tinieblas estan Siempre Cerca. Es fatigoso remar. Los jesuitas Deben ser "Expertos y valerosos remeros" (Pío VII, Sollecitudo omnium Ecclesiarum): ¡remen ENTONCES! ¡Remen, Sean fuertes, aire inclusó el viento en contra! ¡Rememos al Servicio de la Iglesia! ¡Rememos juntos! Pero MIENTRAS remamos - Todos remamos, tambien el Papa rema en la barca de Pedro - debemos ORAR del tanto: "¡Señor, Salvanos!", "¡Señor salva un pueblo tu". El Señor, salvará Aun si somos hombres de fe POCA nos. ¡Esperemos siempre en el Señor! ¡Esperemos siempre en el Señor!
La Compañía reconstituida Por Mi predecesor Pío VII estába Integrada Por Hombres valientes y Humildes en do Testimonio de esperanza, de amor y de Creatividad Apostólica, la del Espíritu. Pío VII escribio Que queria reconstituir La Compañía párrafo "socorrer oportunamente las necesidades Espirituales del Mundo cristiano pecado Distinción de pueblos y de Naciones" (ibid). Por Ello dio la AUTORIZACION A Los jesuitas, Que todavia existian Aquí y alli, Gracias a la ONU ya soberano luterano Una Soberana Ortodoxa, un "permanecer unidos En cuerpo solo un." ¡Que la Compañía permanezca UNIDA En cuerpo solitario un!
Y la Compañía FUE enseguida misionera y sí Puso una Disposición de la Sede Apostólica, comprometiéndose generosamente "bajo el estandarte de la cruz Por El Señor y Su Vicario en la tierra" (Fórmula Instituti, 1). La Compañía reanudó do Actividad Apostólica Con La Predicación y la Enseñanza, el los Ministerios Espirituales, la Investigación Científica y la Acción Social, las misiones y la Atención a los Pobres, un Los Que sufren y Los Marginados.
Hoy La compañia afronta estafadores Inteligencia y laboriosidad tambien de el tragico Problema De Los Refugiados y de Los Prófugos; y sí esfuerza estafa discernimiento en Integrar el Servicio de la Fe y la Promoción de la justicia, en Conformidad Con El Evangelio. CONFIRMO Hoy Lo Que Pablo VI nos DIJO en Nuestra trigésimo Segunda Congregación Generales Y Que yo mismo ESCUCHE Con Mis Propios Oídos: "Por doquier en la Iglesia, inclusó en los campos Más Difíciles y Extremos, En Las Encrucijadas, Tenerife Ideologias, En Las Trincheras Sociales, ha habido y heno Confrontación Entre las exigencias ardientes del hombre y el perenne Mensaje del Evangelio, Alli han del Estado y estan los Jesuitas ".
En 1814, en El Momento de la reconstitución, los jesuitas Eran rebaño-pequeño un, uña "minimum Compañía", Que el pecado embargo sí Sentia investido, despues de la prueba de la cruz, la de la estafa Gran Misión de Llevar la Luz del Evangelio Hasta los confines de la tierra. Asi debemos Sentirnos Nosotros hoy, del tanto lo Por: en salida, en la Misión. La Identidad jesuita es la de la ONU adora Que hombre SÓLO a Dios y ama y Sirve un SUS hermanos, mostrando Con El Ejemplo, no SÓLO En que cree, sino-Also in Qué Espera y Quien es Aquel en Quien ha Puesto do Confianza (cf. 2 Tim 1, 12). El jesuita Quiere Ser ONU compañero de Jesús, Tiene Que Uno Los Mismos Sentimientos de Jesús.
La Bula de Pío VII Que reconstituyó la Compañía FUE firmada el 7 de agosto de 1814 en la Basílica de Santa María la Mayor, padre where our santo Ignacio celebro do Primera Eucaristía, en la Nochebuena de 1538 María, Nuestra Señora, Madre de la Compañía, estara conmovida Por Nuestros Esfuerzos Por ESTAR al Servicio de Su Hijo. Ella nos custodie y nos PROTEJA del siempre. (Papa Francisco Roma 27 de Septiembre 2014).