Ary Waldir Ramos Díaz
20.03.2014 /
El Papa Francisco ha pedido nuevamente “justicia” y “solidaridad” para cambiar la situación de las familias y las personas que son marginadas por el sistema económico, durante una audiencia a los trabajadores y ejecutivos de la Acería de Terni, con motivo del 130 aniversario de la fundación.
«Ante el desarrollo actual de la economía es necesario reafirmar que el trabajo es realmente esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos» dijo el Papa ante el Obispo, Ernesto Vecchi que acompañaba a los fieles de la diócesis de Terni-Narni-Amelia.
Dignidad para llevar el pan a la mesa
Francisco contó lo que en privado le habían comentado los obreros desocupados: «Padre, mi mujer y mis hijos, comemos todos los días gracias a la parroquia, la Cruz Roja” – prosiguió el Papa – “pero Padre, yo no sé que significa llevar el pan a la casa, y yo necesito de comer, pero necesito de tener dignidad para llevar el pan a casa» dijo en tono firme el Papa.
El dios dinero al centro antes que el trabajo
Los desocupados en Europa equivalen al 12%, según el BCE, banco central europeo. El Papa se pregunta ¿Que se puede decir sobre la crisis económica que crea desempleo en Europa?
«Que es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear puestos de trabajo, porque ha puesto en el centro a un ídolo, que se llama dinero.
Por lo tanto, los diferentes representantes políticos, sociales y económicos están llamados a promover un enfoque diferente, basado en la justicia y la solidaridad, para garantizar a todos la posibilidad de desarrollar una actividad laboral con dignidad.
El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos. Esta fase de graves dificultades y de desempleo debe ser afrontada con las herramientas de la “creatividad” y la “solidaridad”» afirmó el Papa ante los obreros de la Acería del sur de Italia.
La dignidad del trabajo
«El trabajo, de hecho, tiene que ver directamente con la persona y su dignidad, su vida, su libertad y su felicidad. El principal valor del trabajo es el bien de la persona humana, porque la realiza como tal, con sus actitudes y su capacidad intelectual, creativa y manual. Es por ello que el trabajo no sólo tiene una finalidad económica y ganancias, sino también un objetivo que afecta al hombre y a su dignidad. ¡Y si falta el trabajo esta dignidad se queda herida» añadió.
Los desempleados son también victimas de la exclusión
«Cualquier persona desempleada o subempleada queda, de hecho, situada en los márgenes de la sociedad, convirtiéndose en una víctima de la exclusión social. Muchas veces sucede que personas sin trabajo, especialmente numerosos jóvenes, caigan en el desánimo o peor aún en la apatía crónica» aseguró.
La creatividad de los empresarios y empleados para salir de la crisis
«La creatividad de empresarios y artesanos valerosos, que miren hacia el futuro con confianza y esperanza. Y la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad, que renunciando un poco cada uno, y adoptando un estilo de vida más sobrio, puedan ayudar a los que están en condiciones de necesidad».
Por último, los 6 mil obreros y sus familias, fieles de la diócesis italiana de Terni, rezaron junto a Francisco para pedir la intercesión de la Virgen para obtener la gracia de trabajar “juntos con creatividad, solidaridad y fe” para cambiar la crisis económica en una oportunidad de vida digna.
Fuente: aleteia