“La
esperanza del perdón”
Desde lo más
profundo te invoco, Señor.
¡Señor, oye
mi voz!
Estén tus
oídos atentos
al clamor de
mi plegaria.
Si tienes en
cuenta las culpas, Señor,
¿quién podrá
subsistir?
Pero en ti
se encuentra el perdón,
para que
seas temido.
Mi alma
espera en el Señor,
y yo confío
en su palabra.
Como el
centinela espera la aurora,
espere
Israel al Señor.
Porque en Él
se encuentra la misericordia
y la
redención en abundancia:
Él redimirá
a Israel
de todos sus
pecados.