“Súplica inicial”
Sé para mí una roca
protectora,
un baluarte donde
me encuentre a salvo,
porque tú eres mi
Roca y mi baluarte:
por tu Nombre,
guíame y condúceme.
Yo pongo mi vida en
tus manos:
tú me rescatarás,
Señor, Dios fiel.
Confío en el Señor.
¡Tu amor será mi
gozo y mi alegría!
Que brille tu
rostro sobre tu servidor,
sálvame por tu
misericordia;
Tú los ocultas al
amparo de tu rostro
de las intrigas de
los hombres.