ROMA, 13 Mar. 14 / 03:42 am (ACI/EWTN Noticias).- Mons. Ángel Rodríguez Luño, miembro de la Pontificia Academia para la Vida (PAV) desde hace más de 30 años, recordó los principales cuestionamientos éticos a las cada vez más populares técnicas de reproducción asistida.
En diálogo con ACI Prensa el experto abordó los problemas asociados a los métodos de fecundación in vitro, la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), y la crio-preservación de embriones.
Mons. Luño explicó que el principal problema ligado a estos tratamientos es que las técnicas mismas “conllevan que para que nazca un niño, tengan que morir muchos hermanos de este niño”.
“Teniendo en cuenta todos los embriones que están en juego, probablemente, para que nazcan 20, tienen que morir 80”, afirmó el experto.
Mons. Luño, quien trabaja desde 1994 como consultor para la Congregación de la Doctrina de la Fe como especialista en problemas morales, indicó además que esta técnica “privilegia el deseo legítimo de tener un hijo y no mira los medios que hay que utilizar, obligando a una gran cantidad de embriones a morir o a ser congelados”.
Por otro lado, desde el punto de vista económico, aseguró que la fecundación in vitro “es todo un negocio. Basta con ir a Internet y ver toda la oferta de clínicas, explican lo que cuesta e incluso si no funcionar les devuelven el dinero. Hay todo tipo de publicidad comercial”.
El experto explicó que la medicina hoy día ofrece técnicas capaces de tratar la infertilidad, como la microcirugía, o los tratamientos hormonales sin sacrificar embriones. “Es un error pensar que la única solución es la inseminación in vitro o el ICSI”, indicó.
“Puede ser lo más conocido, lo que más propaganda tiene, pero desde el punto de vista técnico no es lo único ni lo más recomendable”, subrayó.
En referencia a la práctica de crio-preservación de embriones mediante el nitrógeno líquido -que suspende las funciones vitales de las células del embrión-, el experto consideró que no es un procedimiento ético, porque no protege al embrión de ser instrumentalizado y ni de la muerte.
“Dependiendo de las leyes de ese país, cada 5 o 6 años hay que vaciar los depósitos de los congeladores para volverlos a llenar de nuevo”, denunció.